Esta mañana me he levantado con un dolor de cabeza increíble, no puedo más. Estoy en clase y no puedo estar atenta. ¡Me han pasado tantas cosas estos últimos días! Y encima, esta mañana según caminaba hacia el instituto ha habido un accidente de un camión con un coche; no sé cómo habrá sido, pero había un cuerpo en el suelo y la ambulancia reanimándolo. ¡Qué horror! ¡ Qué angustia!
Angustia como la que siento después de las palabras de él. Yo me pregunto de qué habrá servido dar todo lo que pude de mi y haber acabado así. Y ahora sólo toca olvidar... Aunque no voy a poder olvidarlo, sigo escuchando su voz en la canción que me recuerda a él todo el día, la letra siempre está en mí, no hay manera de olvidarte, pero yo lo voy a intentar. Voy a atender un poco en clase, a ver si este dolor de cabeza me deja.
Blog de Patricia Pavón Aparicio. Este es un blog dedicado a la asignatura de Literatura Universal del Instituto Tomás y Valiente (Peñaranda de Bracamonte)
miércoles, 7 de mayo de 2014
miércoles, 5 de febrero de 2014
JANE AUSTEN
(Steventon, 16 de diciembre de 1775 – Winchester, 18 de julio de 1817) Nació en la rectoría de Steventon (Hampshire). Su familia pertenecía a la burguesía agraria, contexto en el que sitúa todas sus obras, siempre en torno al matrimonio de su protagonista. La candidez de las obras de Austen, es aparente, si bien puede interpretarse de varias maneras.
Fue una destacada novelista británica que vivió durante el período de la Regencia. La ironía que emplea para dotar de comicidad a sus novelas hace que Jane Austen sea contada entre los «clásicos» de la novela inglesa, a la vez que su recepción va, incluso en la actualidad, más allá del interés académico, siendo leídas por un público más amplio.
Escribió muchas obras destacando sus novelas, sus obras cortas y sus obras de juventud.
Entre las novelas destacan: Sentido y sensibilidad, Orgullo y prejuicio, Mansfield Park, Emma
Algunas de sus obras cortas son: Frederic and Elfrida, Jack and Alice, Edgar and Emma, Henry and Eliza, Sir William Mountague, Memories of Mr. Clifford, La bella Cassandra.
Algunas de sus obras de juventud son: Amor y amistad, El castillo de Lesley, La Historia de Inglaterra.
UNA SEMANA EXTRAÑA
El día 8 de Enero me dirigía hacia Brasil, de repente, hubo un ruido extraño en el avión, mi compañera de al lado se asomó por la ventanilla del avión y vio como salía humo del motor derecho. Solo recuerdo un vacío y un ruido ensordecedor. El avión caía sin remedio.
La frialdad del agua me despertó en medio del mar, miré a mi alrededor, no había nada ni nadie. Nadé en cualquier dirección y cuando estaba perdiendo las fuerzas una isla apareció ante mis ojos. Aunque estaba exhausta, tenía que llegar hasta allí. Me sentí aliviada ya en la arena, pero a la vez muy asustada, no sabia nada de aquel lugar, si había personas, animales salvajes, plantas venenosas...
En aquel momento lo que más me preocupó fue mi familia ¿qué pensarían? no podía avisarlos. ¿Qué hago en este lugar?¿ Dónde estoy? Hacía mucho calor, tenía mucha sed y hambre. No veía a nadie.
Decidí caminar entre los árboles haber si encontraba algo; creo que pasaron unas tres horas. Cuando había dado todo por perdido al lado de un árbol vi una hoguera y a tres personas, dos hombres y una mujer, no sé por qué uno de ellos me resultaba conocido, me acerqué y él era la única persona que me entendía.
Me contó que iba en el mismo avión que yo, me di cuenta de ello le pregunté si sabía donde estábamos y si tenía un teléfono; él me respondió con una negativa a las dos preguntas. Me sentí desesperada porque no sabía nada de mi familia, ni ellos de mi. Pero a la vez me sentí aliviada por haber encontrado a alguien con quien hablaren ese lugar. Las otras dos personas no nos entendían ya que eran nativos de la isla.
Él me contó que se dirigía a una conferencia de telecomunicaciones en Brasil, le explique que iba de vacaciones. Él se dedicaba a atender a las personas que tenían problemas con sus teléfonos. Qué ironía en ese momento éramos nosotros quien necesitábamos un móvil. Tras la larga charla nos fuimos a descansar a unas cabañas.
Al día siguiente los aborígenes nos habían traído agua para beber y coco para come; nos mostraron un pequeño lago donde refrescarnos, mientras Saúl y yo nos bañábamos y charlábamos nuestros nuevos amigos salieron de caza, a su regreso nos ofrecieron un hermoso jabalí para comer, qué sorpresa yo nunca había probado esa carne y no me quedaba más remedio que comerla. aún así estaría toda la vida agradecida a estas personas por su ayuda.
Varias semanas transcurrieron y nosotros estábamos aprendiendo la forma de vida de los aborígenes. Después de un tiempo vimos un barco y le hicimos señales para que nos viniera a rescatar, cuando llegó el barco los aborígenes habían desaparecido, quizá sea por que les gustaba su forma de vida que tenían en la isla y no querían afrontar una nueva vida desconocida.
La frialdad del agua me despertó en medio del mar, miré a mi alrededor, no había nada ni nadie. Nadé en cualquier dirección y cuando estaba perdiendo las fuerzas una isla apareció ante mis ojos. Aunque estaba exhausta, tenía que llegar hasta allí. Me sentí aliviada ya en la arena, pero a la vez muy asustada, no sabia nada de aquel lugar, si había personas, animales salvajes, plantas venenosas...
En aquel momento lo que más me preocupó fue mi familia ¿qué pensarían? no podía avisarlos. ¿Qué hago en este lugar?¿ Dónde estoy? Hacía mucho calor, tenía mucha sed y hambre. No veía a nadie.
Decidí caminar entre los árboles haber si encontraba algo; creo que pasaron unas tres horas. Cuando había dado todo por perdido al lado de un árbol vi una hoguera y a tres personas, dos hombres y una mujer, no sé por qué uno de ellos me resultaba conocido, me acerqué y él era la única persona que me entendía.
Me contó que iba en el mismo avión que yo, me di cuenta de ello le pregunté si sabía donde estábamos y si tenía un teléfono; él me respondió con una negativa a las dos preguntas. Me sentí desesperada porque no sabía nada de mi familia, ni ellos de mi. Pero a la vez me sentí aliviada por haber encontrado a alguien con quien hablaren ese lugar. Las otras dos personas no nos entendían ya que eran nativos de la isla.
Él me contó que se dirigía a una conferencia de telecomunicaciones en Brasil, le explique que iba de vacaciones. Él se dedicaba a atender a las personas que tenían problemas con sus teléfonos. Qué ironía en ese momento éramos nosotros quien necesitábamos un móvil. Tras la larga charla nos fuimos a descansar a unas cabañas.
Al día siguiente los aborígenes nos habían traído agua para beber y coco para come; nos mostraron un pequeño lago donde refrescarnos, mientras Saúl y yo nos bañábamos y charlábamos nuestros nuevos amigos salieron de caza, a su regreso nos ofrecieron un hermoso jabalí para comer, qué sorpresa yo nunca había probado esa carne y no me quedaba más remedio que comerla. aún así estaría toda la vida agradecida a estas personas por su ayuda.
Varias semanas transcurrieron y nosotros estábamos aprendiendo la forma de vida de los aborígenes. Después de un tiempo vimos un barco y le hicimos señales para que nos viniera a rescatar, cuando llegó el barco los aborígenes habían desaparecido, quizá sea por que les gustaba su forma de vida que tenían en la isla y no querían afrontar una nueva vida desconocida.
viernes, 17 de enero de 2014
Aqui os publicon un esquema sobre el SIGLO XVIII
https://www.examtime.com//p/484361-SIGLO-XVIII-mind_maps
https://www.examtime.com//p/484361-SIGLO-XVIII-mind_maps
jueves, 16 de enero de 2014
MUJERES QUE HAN LUCHADO POR LA IGUALDAD
Malala, a por el Nobel de la Paz
La pakistaní, Malala Yousafzai, es a sus 15 años una acérrima defensora del derecho a la educación de la mujer en su país. Su activismo estuvo a punto de costarle la vida. Sufrió un atentado y ahora, tras su recuperación, su compromiso es mayor. Su vida y su historia han dado la vuelta al mundo.
Fue tiroteada en la cara por islamistas
Se ha convertido en una activista influyente por la Educación
Ahora defiende que se negocie con los talibanes
Malala Yousafzai, activista por el derecho a la Educación, ha recibido varios premios, entre ellos el Premio Sajarov a la libertad de conciencia
Los talibanes paquistaníes intentaron acallarla a tiros a Malala Yousafzai hace un año, pero solo han conseguido hacerla mundialmente conocida y convertirla en un icono de la libertad, la igualdad de la mujer y el derecho a la Educación.
Malala ha recibido el Premio Sajarov con el que el Parlamento europeo destaca la lucha por la libertad de conciencia. Y es candidata al Nobel de la paz.
El 70% de sus compañeras había dejado de acudir a clase por miedo o por indicación de sus familias, pero Malala acudía de manera casi clandestina, sin uniforme, escondiendo sus libros. Y comenzó a narrar sus experiencias en un blog diario en la página de la BBC en urdu (una de las lenguas que se hablan en Pakistán), bajo el seudonimo Gul Makay.
“En el mundo - escribía la joven - las chicas van a la escuela libremente y no hay miedo, pero en Swat cuando vas a la escuela tienes mucho miedo de los talibanes. Ellos nos matarán. Nos lanzarán ácido a la cara. Pueden hacer cualquier cosa”.
“En mi camino a la escuela he escuchado a un hombre diciendo ‘Te mataré’. Aligeré el paso y un momento después miré si estaba detrás de mí pero para m ialivio estaba hablando por el móvil y debía estar amenazando a otro”, decía en otra entrada, el 3 de enero.
La historia llamó la atención del periodista del New York Times, Adam B. Ellick, que entrevistó a Malala y le puso cara, para el mundo pero también para sus enemigos.
La pakistaní, Malala Yousafzai, es a sus 15 años una acérrima defensora del derecho a la educación de la mujer en su país. Su activismo estuvo a punto de costarle la vida. Sufrió un atentado y ahora, tras su recuperación, su compromiso es mayor. Su vida y su historia han dado la vuelta al mundo.
Malala ha recibido el Premio Sajarov con el que el Parlamento europeo destaca la lucha por la libertad de conciencia. Y es candidata al Nobel de la paz.
Diario de la discriminación
La historia de Malala comienza en 2009, cuando la niña tenía 12 años y los talibanes paquistaníes controlaban el valle del Swat, en el noreste de Pakistán, e imponían su versión rigorista del Islam. Una de sus medidas fue prohibir que las niñas acudieran a la escuela.El 70% de sus compañeras había dejado de acudir a clase por miedo o por indicación de sus familias, pero Malala acudía de manera casi clandestina, sin uniforme, escondiendo sus libros. Y comenzó a narrar sus experiencias en un blog diario en la página de la BBC en urdu (una de las lenguas que se hablan en Pakistán), bajo el seudonimo Gul Makay.
“En el mundo - escribía la joven - las chicas van a la escuela libremente y no hay miedo, pero en Swat cuando vas a la escuela tienes mucho miedo de los talibanes. Ellos nos matarán. Nos lanzarán ácido a la cara. Pueden hacer cualquier cosa”.
“En mi camino a la escuela he escuchado a un hombre diciendo ‘Te mataré’. Aligeré el paso y un momento después miré si estaba detrás de mí pero para m ialivio estaba hablando por el móvil y debía estar amenazando a otro”, decía en otra entrada, el 3 de enero.
La historia llamó la atención del periodista del New York Times, Adam B. Ellick, que entrevistó a Malala y le puso cara, para el mundo pero también para sus enemigos.
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