miércoles, 5 de febrero de 2014

JANE AUSTEN

(Steventon, 16 de diciembre de 1775 – Winchester, 18 de julio de 1817) Nació en la rectoría de Steventon (Hampshire). Su familia pertenecía a la burguesía agraria, contexto en el que sitúa todas sus obras, siempre en torno al matrimonio de su protagonista. La candidez de las obras de Austen, es aparente, si bien puede interpretarse de varias maneras.
Fue una destacada novelista británica que vivió durante el período de la Regencia. La ironía que emplea para dotar de comicidad a sus novelas hace que Jane Austen sea contada entre los «clásicos» de la novela inglesa, a la vez que su recepción va, incluso en la actualidad, más allá del interés académico, siendo leídas por un público más amplio.
Escribió muchas obras destacando sus novelas, sus obras cortas y sus obras de juventud.
Entre las novelas destacan: Sentido y sensibilidad, Orgullo y prejuicio, Mansfield Park, Emma
Algunas de sus obras cortas son: Frederic and Elfrida, Jack and Alice, Edgar and Emma, Henry and Eliza, Sir William Mountague, Memories of Mr. Clifford, La bella Cassandra.
Algunas de sus obras de juventud son: Amor y amistad, El castillo de Lesley, La Historia de Inglaterra.

UNA SEMANA EXTRAÑA

El día 8 de Enero me dirigía hacia Brasil, de repente, hubo un ruido extraño en el avión, mi compañera de al lado se asomó por la ventanilla del avión y vio como salía humo del motor derecho. Solo recuerdo un vacío y un ruido ensordecedor. El avión caía sin remedio.
La frialdad del agua me despertó en medio del mar, miré a mi alrededor, no había nada ni nadie. Nadé en cualquier dirección y cuando estaba perdiendo las fuerzas una isla apareció ante mis ojos. Aunque estaba exhausta, tenía que llegar hasta allí. Me sentí aliviada ya en la arena, pero a la vez muy asustada, no sabia nada de aquel lugar, si había personas, animales salvajes, plantas venenosas...
En aquel momento lo que más me preocupó fue mi familia ¿qué pensarían? no podía avisarlos. ¿Qué hago en este lugar?¿ Dónde estoy? Hacía mucho calor, tenía mucha sed y hambre. No veía a nadie.
Decidí caminar entre los árboles haber si encontraba algo; creo que pasaron unas tres horas. Cuando había dado todo por perdido al lado de un árbol vi una hoguera y a tres personas, dos hombres y una mujer, no sé por qué uno de ellos me resultaba conocido, me acerqué y él era la única persona que me entendía.
Me contó que iba en el mismo avión que yo, me di cuenta de ello le pregunté si sabía donde estábamos y si tenía un teléfono; él me respondió con una negativa a las dos preguntas. Me sentí desesperada porque no sabía nada de mi familia, ni ellos de mi. Pero a la vez me sentí aliviada por haber encontrado a alguien con quien hablaren ese lugar. Las otras dos personas no nos entendían ya que eran nativos de la isla.
Él me contó que se dirigía a una conferencia de telecomunicaciones en Brasil, le explique que iba de vacaciones. Él se dedicaba a atender a las personas que tenían problemas con sus teléfonos. Qué ironía en ese momento éramos nosotros quien necesitábamos un móvil. Tras la larga charla nos fuimos a descansar a unas cabañas.
Al día siguiente los aborígenes nos habían traído agua para beber y coco para come; nos mostraron un pequeño lago donde refrescarnos, mientras Saúl y yo nos bañábamos y charlábamos nuestros nuevos amigos salieron de caza, a su regreso nos ofrecieron un hermoso jabalí para comer, qué sorpresa yo nunca había probado esa carne y no me quedaba más remedio que comerla. aún así estaría toda la vida agradecida a estas personas por su ayuda.
Varias semanas transcurrieron y nosotros estábamos aprendiendo la forma de vida de los aborígenes. Después de un tiempo vimos un barco y le hicimos señales para que nos viniera a rescatar, cuando llegó el barco los aborígenes habían desaparecido, quizá sea por que les gustaba su forma de vida que tenían en la isla y no querían afrontar una nueva vida desconocida.